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May

21

La energía sanadora del perdón


La energía sanadora del perdón

Definitivamente el bienestar del ser humano se encuentra sujeto a muchas cosas y más allá de la dimensión física, el trabajo interior es determinante para conseguirlo. Así pues se hace fundamental reflexionar un poco sobre la energía sanadora del perdón, la cual además de liberar hace posible potenciar la autoestima y obtener paz.

Puesto que aquello de guardar resentimientos y rencores es algo que consume y que se encarga de no dejar cerrar las heridas, se hace más que necesario identificar los medios a través de los cuales podemos llegar a personar desde la honestidad, la aceptación y el amor.

¿Qué es perdonar?

Antes de hablar de darle una mejor utilidad a la energía que empleamos para evitar perdonar, es relevante detenernos un poco para dejar claro que es exactamente lo que implica esta acción y cuáles son sus alcances.

En efecto, entender el perdón no es algo que se logre de la noche a la mañana, pues precisa reconocer que a pesar de la falla del otro, todos somos iguales y es entonces cuando se inicia el proceso hasta tomar la decisión definitiva de ver más allá para aliviar entre otras cosas el estrés, el dolor y la ansiedad que a partir de estar envuelto en esta situación se produce. Cuando se elige no aferrarse más al enojo y se domina la desilusión e incluso las inseguridades que se han desencadenado es cuando podemos decir que alguien está listo para perdonar.

Ahora bien, para disfrutar de las ganancias físicas y emocionales de perdonar hay que curar las heridas emocionales y esto solo se consigue alejándose de egos, con humildad de corazón y si se quiere, asumiendo verdaderamente el compromiso de dejar todo en el pasado.

Sanarse a través del perdón

Perdonar es un medio para sanar y reconciliarse, así que es válido que acudas a tu conexión espiritual o a tus oraciones para que cuentes con esa fuerza necesaria para lograrlo ya que se va a requerir de mucho esfuerzo para no abandonar la iniciativa a medio camino.

Teniendo siempre en mente el propósito de haber aprendido una buena lección y sin restarle importancia al hecho de haber vivido una situación dolorosa, lo propio es que luego de haber pasado por ciertas etapas tales como el reconocer que se está herido, dejar de lamentarse, encontrarle sentido a esa pena y recuperarse se estará listo para disfrutar de la alternativa de seguir adelante en armonía y en felicidad.